Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1871-1872 (Cortes de 1871 a 1872)
Sesión: 22 de mayo de 1871
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Discurso y Contestación al discurso del Sr. Lostau
Número y páginas del Diario de Sesiones 41, 999, 1.000
Tema: Voto de censura al Gobernador de Barcelona

El Sr. Ministro de la GOBERNACIÓN (Sagasta): Sres. Diputados, en este momento acabo de recibir un despacho telegráfico, fechado en Barcelona a las dos y media de esta tarde, que dice así: [999]

" Barcelona 22. -2, 10. -Madrid 22 Mayo. -2, 21. -Gobernador, Ministro Gobernación.-Tengo la satisfacción de saludar a V. E. desde la gran fábrica de los Sres. Batlló hermanos, que hay ha vuelto a abrirse al trabajo después de tres meses de paralización. Este fausto acontecimiento, tan anhelado por la culta Barcelona, es de la más ventajosa trascendencia para el crédito industrial de España, para el bienestar de las clases obreras, y para el robustecimiento del orden público. El nuevo director de la fabrica envía a V.E., a nombre de sus dependencias, la expresión de su afecto y respeto. El alcalde primero y yo saludamos a V. E. Con el mayor cariño."

Esto sería la más cumplida contestación al violento discurso con que el Sr. Lostau acaba de distraer al Congreso, calumniando, permítame S. S. que se lo diga, a Ias autoridades de Barcelona. Yo, Sres. Diputados, no sé si tengo el deber de contestar a las inconvenientes calificaciones con que el Sr. Lostau se ha servido honrar a las autoridades de Cataluña, porque el Sr. Lostau, como todos los Sres. Diputados, tiene derecho para examinar la conducta de los funcionarios públicos; tiene derecho para censurarles severamente, si así lo cree en conciencia; tiene derecho para pedir el castigo administrativo que esté en manos del Gobierno; el castigo judicial a que se hagan acreedores por su conducta; pero lo que no tienen derecho de hacer, lo que no pueden hacer, es maltratarles, denostarles de la manera como S.S. lo ha hecho ante el Congreso de la Nación española. No hay ningún derecho para hacer eso, y menos cuando se trata de autoridades que están ejerciendo funciones públicas, y que por estar distantes de aquí no pueden contestar inmediatamente al Diputado que comete semejante inconveniencia.

Después de dicho esto, ¿debo yo defender a las autoridades de Barcelona? Yo creo que rebajaría a aquellas autoridades si las defendiera de los ataques inconvenientes que el Sr. Lostau se ha servido aquí dirigirles. No las defiendo, pues en su conducta tienen su defensa, y S. S. tiene el castigo que merece en lo que ha hecho. (El Sr. Pascual y Casas: ¿Y la Constitución?) La Constitución no autoriza a nadie para calumniar; autoriza para examinar la conducta de las autoridades, pero no autoriza para insultar y maltratar a nadie, porque eso se opone, no sólo a las leyes más vulgares de los Parlamentos, sino que se opone a las leyes más vulgares de la vulgar educación. Y después de todo, ¿por qué esos insultos terribles de mal gusto, que no son permitidos, no ya en el Congreso, sino en ninguna reunión, no sólo a la autoridad civil, sino a la militar?

Yo creía que al menos la autoridad militar podía estar descansada, toda vez que la proposición del Sr. Lostau se refiere solamente a la autoridad civil de Barcelona. ¿Por qué esos insultos? Porque en opinión del señor Lostau el gobernador civil de Barcelona ha atropellado el derecho de reunión y el de asociación. ¿Y lo ha demostrado S. S.? ¿Ha demostrado S. S. que el gobernador civil de Barcelona, y el capitán general de Cataluña mucho menos, hayan atropellado el derecho de reunión y el de asociación? ¿En qué? ¿Cuándo? ¿Cómo? Señores, todo lo que ha hecho el gobernador civil de Barcelona respecto al derecho de reunión es haber suspendido y castigado reuniones hostiles, con carácter alarmante, que tenían por objeto impedir a honrados trabajadores que asistieran a los talleres para atender a sus familias. (Un Sr. Diputado: Podía llevarlos a los tribunales.) Yo suplico a los señores de enfrente que tengan calma siquiera por la paciencia con que nosotros les oímos. El Gobernador civil de Barcelona, las autoridades de Barcelona han hecho perfectamente, y hubieran obrado mal y hubieran faltado a su deber si no lo hubieran hecho, prohibiendo, disolviendo, castigando las reuniones que tenían por objeto amenazar, atropellar a los honrados jornaleros que querían asistir a los talleres para ganar el pan para sí y sus familias.

Las autoridades civiles de Barcelona han disuelto, o mejor dicho, no han permitido asociaciones que tenían por objeto promover directamente las huelgas seduciendo a algunos obreros menos sensatos o más dados a la holganza por medio de dádivas, y amenazando a otros. Desde el momento, pues, en que el gobernador tuvo conocimiento de esas asociaciones, pidió que se cumpliera con lo que está prevenido en las leyes; pidió los reglamentos por que esas asociaciones se regían; pidió los nombres de los asociados; pidió, en fin, lo que es necesario que pida la autoridad para saber si esas asociaciones están dentro de la Constitución; y como los asociados no tenían gana de que la autoridad supiera para qué se asociaban y con qué objeto lo cual prueba que esas asociaciones no eran lícitas, el gobernador dijo que no estaban dentro de la Constitución, como en efecto no lo están.

Pero dice el Sr. Lostau que las autoridades de Barcelona no han permitido que se asocien los ciudadanos para ciertos objetos; y yo debo decir a S. S. que se han permitido las asociación es para todos los objetos que están dentro de la Constitución. Con este motivo, el señor Lostau añadía: " Es necesario que todos cumplan con la Constitución, con la Constitución que todos tenemos el deber de cumplir y de acatar. " Es verdad, a todos exige S. S. el cumplimiento de la Constitución; a todos, menos a S. S. mismo que no se lo exige nunca. Para todos está en vigor la Constitución; para todos debe ser precepto indispensable, menos para S. SS. que la quebrantan siempre y cuando lo tienen por conveniente. Pues bien, quien está dentro de la Constitución es la autoridad de Barcelona prohibiendo esas asociaciones, cuyo objeto no conoce, y únicamente los que no están dentro de la Constitución son los que quieren que la autoridad permita asociaciones que la Constitución prohíbe.

Pero el Sr. Lostau, a fuerza de querer aglomerar cargos contra las autoridades de Barcelona para justificar, siquiera en parte, las violentas calificaciones que de ellas ha hecho, nos ha traído aquí una porción de historias y de cosas que nada tienen que ver con la cuestión que se debate, que nada tienen que ver con el gobernador civil de Barcelona. S. S. nos ha traído a discusión la causa que se formó a Juan Martí por resistirse, decía S. S., a la tiranía de D. Práxedes Mateo Sagasta, y por cierto que debe ser una tiranía muy suave mi tiranía. Señores, qué al Sr. Martí se le ha preso, y se le tiene en inmundos calabozos por haber querido resistir a la tiranía de D. Práxedes Mateo Sagasta! ¿Y cuál será la tiranía de D. Práxedes Mateo Sagasta? Señores, en este suceso ni tiene nada que ver la autoridad de Barcelona ni la tiranía de D. Práxedes Mateo Sagasta. Al Sr. Martí se le tiene preso porque cometió un asesinato porque a los pocos días de la revolución. (El Sr. Figueras: El Ministro no puede decir si ha cometido o no un asesinato: eso los tribunales lo dirán.) Se cree que lo ha cometido: es de pública notoriedad.

 



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